SIMPOSIO

LA MÚSICA EN BOLIVIA. PRODUCCIÓN SONORA,
PODER Y CAMBIO SOCIAL

INSTRUMENTOS SONOROS EN CONTEXTOS FORMATIVOS EN SANTA LUCÍA, VALLE ALTO DE COCHABAMBA

Olga U. Gabelmann1

En este trabajo se presenta unos fragmentos de probables instrumentos sonoros encontrados en el sitio Formativo de Santa Lucía, ubicado a 3 km. al Nor-Oeste de Cliza en el Valle Alto de Cochabamba, Bolivia. El sitio fue objeto de investigación por la autora dentro del Proyecto “Santa Lucía” durante la temporada de 2003-2004, con el fin de realizar una tesis doctoral para la Universidad Libre de Berlín, Alemania.

Santa Lucía se ubica en el fondo del valle mencionado en una zona arcillosa muy erosionada. Se trata de un asentamiento del Período Formativo, el cual está fechado aproximadamente desde 1.300 a.C. hasta el 200 d.C. para los valles de Cochabamba (Gabelmann 2001, Brockington et. al. 1987). La importancia de Santa Lucía está basada en una gran producción de cerámica, evidenciada por hallazgos de cerámica fragmentada y restos de hornos.

El sitio tiene una superficie excepcionalmente grande con 13 ha. con una alta densidad de fragmentos de cerámica asociados a unas manchas rojas de arcilla cocida de un diámetro de entre 80 cm. a 2,50 m. dependiendo de su estado de conservación. Estas manchas representan hornos, o mejor dicho, plataformas para la cocción de vasijas. No se encontraron evidencias de hornos cerrados por lo que se deduce que se aplicaba la técnica de quemar a cielo abierto (Rice 1987: 153) y, se cree que en algunos casos los hornos fueron utilizados probablemente para fundir metal. En total, se contabilizaron 250 hornos homogéneamente distribuidos por toda el área.

Los hornos están siempre asociados a restos de cimientos circulares, hechos de piedras pequeñas, con un tamaño de aproximadamente 5 m., los que representan viviendas. Por tal motivo, se puede asumir que la producción de cerámica fue una actividad doméstica. Sin embargo, los datos sobre el nivel de producción de Santa Lucía nos remiten a la existencia de un taller industrial con una cierta especialización de los alfareros en la época seca (Rice 1987: 182).

En estos mismos contextos domésticos (hornos y viviendas) se encuentra una gran cantidad de fragmentos de tubos de cerámica, que en cierta literatura sobre el tema se discute sobre su posible función como instrumentos sonoros (Sanzetenea y Sánchez 2002: 38, Moseley 1992: 146, Mohr Chávez 1988: 17). La denominación “trompeta” (Fig. 4) para tubos que tienen una base extendida como las encontradas en Chiripa, al Sur del Lago Titicaca (Mohr Chávez 1988), implica que estas tuvieron una función sonora. Sin embargo, los tubos tienen forma y tamaño (largo y diámetro) muy variables y frecuentemente están decorados con incisiones o aplicaciones muy elaboradas. La distribución de los tubos cerámicos es vasta, ya que es posible encontrarlos desde el Nor-Oeste argentino hasta la zona Norte del Lago Titicaca (Pukará) en Perú.

En cuanto a los tubos de cerámica encontrados en Santa Lucía, éstos muestran una considerable variedad en cuanto a tamaño, forma y decorados; algunos tienen paredes paralelas mientras otros son ligeramente cónicos y otros más exhiben bases extendidas en forma de trompeta.

Los fragmentos de los tubos mencionados se encuentran frecuentemente en la zona de los hornos y en la parte derrumbada de los mismos hornos. Se puede asumir, entonces, que fueron usados en la producción de cerámica para encender, avivar y controlar el fuego durante la cocción. Sin embargo, lo más probable es que cumplían una función en la fundición de cobre como tubos sopladores para lograr una temperatura alta alrededor de 1200 ¾C. Un ejemplo del uso de tubos sopladores en la metalurgia se encuentra en una vasija Moche con una escena de fundición.

Además del uso mencionado, se puede lograr un sonido soplando esos tubos tal como se puede lograr en tubos de cualquier material. No se descarta la posibilidad de que los tubos hayan servido para múltiples funciones, pero faltan estudios detallados sobre los diferentes tamaños, diámetros, largos etc. y una comparación con sus respectivos contextos para obtener mayor información sobre su uso.

Sin embargo, cabe señalar que se puede presentar evidencias más claras de instrumentos sonoros trabajados en hueso con forma de flauta o pito dentro del sitio de Santa Lucía. Allí, en un basural doméstico entre uno de los hornos y una casa circular, se encontró una capa de ceniza con semillas de tarwi (lupinus mutabilis) y molle (schinus molle) y abundantes restos de arcilla quemada proveniente de los hornos utilizados para quemar cerámica. En esa capa se hallaron unos fragmentos de huesos trabajados cada uno con una perforación cónica (fragmento 1 y fragmento 2). Los fragmentos están muy quemados, pero considerando su relación con el basural es probable que no fueron incinerados intencionalmente en un ritual, sino que se puede asumir que llegaron ya rotos al fuego y a la basura.

A primera vista parecen fragmentos de una flauta de hueso, y obviamente se trata de dos diferentes instrumentos fabricados de un hueso largo alisado (probablemente de camélido). El fragmento 1 mide 3,1 cm de largo con un diámetro de 1,8 cm aproximadamente y el agujero tiene un diámetro de 3 a 6 mm. en forma cónica. El fragmento 2 tiene un tamaño de 5 cm de largo y un diámetro aproximado de 2 cm. El tamaño del agujero parece igual al del fragmento 1 con un diámetro de 3 a 7 mm. Lamentablemente los fragmentos son muy pequeños, por lo que se buscó unos objetos enteros para comparar su forma, especie y función.

En el Museo Arqueológico e Instituto de Investigaciones Antropológicas de la ciudad de Cochabamba existe una considerable colección de instrumentos, aunque lamentablemente la mayoría no han sido contextualizados y no tienen una procedencia exacta. Por ejemplo, dos flautas, con tres hasta cuatro perforaciones, parecen pertenecer al Formativo. Mientras al menos un ejemplar de flauta traversa de Yuraj Molino, cerca de Pocona, proviene del contexto de un entierro del Formativo Temprano (Brockington et.al. 1995: 37; Sanzetenea y Sánchez 2002: 36).

Al comparar los fragmentos mencionados hallados en Santa Lucía con la flauta de Yuraj Molino existen semejanzas en cuanto al tamaño y forma de las perforaciones para digitar y en el diámetro del instrumento. De esta manera, el fragmento 1 puede corresponder a una flauta con varias perforaciones, suponiendo que representa la parte superior de los huecos para digitar, ya que midiendo la distancia entre las perforaciones del ejemplar de Yuraj Molino, es perceptible que la distancia entre los huecos es menor, ya que debería tener otro hueco si correspondiese a la parte inferior.

En el caso del fragmento 2, es casi imposible de que se trate de una flauta con varias perforaciones, porque comparando la distancia entre los huecos del ejemplar del Museo, debería tener un segundo hueco en uno u otro lado del fragmento 2.

En el Museo de Cochabamba, ya indicado, se encuentra otra especie de instrumento sonoro que está clasificado como un pito de hueso (Sanzetenea y Sánchez 2002) y que tiene una única apertura en el centro del tubo. Su procedencia es de Cliza (Valle Alto de Cochabamba), aunque no se especifican datos más exactos, puede que corresponda al Período Formativo por la existencia del sitio de Chullpa Pata en el barrio homónimo de Cliza (Walter 1966; Brockington et. al. 1987).

Comparando ese ejemplar con los dos fragmentos de los supuestos instrumentos sonoros de Santa Lucía, se nota claramente una diferencia en la forma del tubo y en la forma y tamaño del hueco central que es mucho más grande y de forma oval. Habrá que aclarar si el tamaño de la apertura del ejemplar de Cliza realmente es decisivo para que cumpla la función de un pito o si puede funcionar igual con una perforación de menor tamaño, con el propósito de dilucidar realmente la forma y función del segundo fragmento del instrumento de Santa Lucía que nos ocupa. Sin embargo, la perforación del fragmento 2, tal como la del fragmento 1 de Santa Lucía parecen ser más bien huecos para digitar que una apertura para soplar.

Otro ejemplo de un probable instrumento sonoro fue encontrado en la primera capa del pozo 6, excavado en el sector Oeste del sitio en un montículo erosionado. Este montículo tiene acumulado varios estratos de ceniza que probablemente se deba a la limpieza de los hornos después de cada horneada. En este gran basural se hallaron diez cuerpos enterrados en las capas de ceniza que formaban el montículo. Aunque no se ha podido distinguir ninguna estructura de tumbas; más bien, los muertos parecen “botados” y tapados con la misma ceniza. Llama la atención que estos entierros tengan muy pocas ofrendas, con la excepción de uno que tenía cuatro vasijas acompañando a los restos humanos. Por lo tanto, es difícil asociar los demás hallazgos ubicados en las capas de ceniza junto a los muertos; es decir, pueden pertenecer tanto a los estratos de basurales como a los difuntos, tal vez dejados en las capas por el seguimiento de algún ritual.

El hallazgo fue encontrado en la primera capa, por debajo de la superficie, justo encima de las capas de ceniza junto a los restos corporales, por lo que su función como ofrenda parece menos probable. Se trata de un fragmento de cerámica con una extensión en forma de mango, parecida a una cuchara. Presenta un largo de 5 cm., (el mango tiene 3,4 cm.) y un diámetro de 11 mm. El “mango” se encuentra perforado de afuera hacia adentro (aunque ahora está tapado por tierra y/o piedritas). El cuerpo del fragmento, con un ancho de aproximadamente 2 cm, fue sin duda cerrado de alguna forma desconocida porque no se encuentra en el interior ningún rasgo de un acabado fino. Por la misma razón no es probable que perteneciera a una vasija con pico. Obviamente el objeto tiene una base plana, tal vez para asentarlo.

Se sospecha que se podría tratar de una especie de ocarina, aunque la mayoría de los ejemplares del Museo de Cochabamba no se parecen al objeto de Santa Lucía, tal vez porque pertenecen a otras épocas. Pero sí existe un ejemplar de contextos formativos cuya procedencia es Chullpa Pata, lugar conocido como un sitio formativo importante distante a 3 km. de Santa Lucía (Walter H. 1966, Brockington et.al. 1987). Esta ocarina presenta la forma de una semilla con una apertura para soplar arriba, en el centro, y tiene dos huecos más para digitar y variar el sonido, así que se puede obtener cuatro diferentes tonos. En el detalle visible en la parte izquierda se ve claramente una perforación delgada para la salida del aire, que está mutilada y da la impresión de haber sido más larga, aunque no parece haber tenido un mango semejante que presenta el fragmento hallado en Santa Lucía. También, en el caso de que fuera mango, parece haber tenido un diámetro menor. Es muy probable que la extensión fuera mucho más pequeña ya que un mango similar de 3 cm. rompería con la estética de la forma perfecta de semilla de la ocarina de Chullpa Pata.

El análisis de los fragmentos de instrumentos sonoros del sitio formativo de Santa Lucía que se presenta en este trabajo nos muestra el vacío conceptual que todavía existe en el sector de la arqueología musical; aunque el Museo de Cochabamba tiene una respetable colección ésta aún no ha sido bien investigada. Es necesario realizar comparaciones con objetos ubicados en cierto contexto. Probablemente haya muchos casos de excavaciones donde ni siquiera uno se da cuenta de que existan instrumentos sonoros por la falta de un catálogo comparativo de objetos y estudios detallados sobre la función de los instrumentos. Esperamos que en el futuro se vaya mejorando esta situación con la ayuda de simposios y publicaciones como la presente.

Bibliografía

Brockington, Donald; Pereira H. David; Sanzetenea, Ramon; Céspedes P., Ricardo; Perez Carlos
1987    Formative Period Archaeological Sequences in Cochabamba, Bolivia. Report to the National Geographic Society. Washington D.C.,

Brockington, Donald; Pereira H. David; Sanzetenea, Ramón y Muñoz, Mª de los Ángeles
1995    Estudios Arqueológicos del Periodo Formativo en el Sur-Este de Cochabamba 1988-1989. Cuadernos de Investigacion Serie Arqueología, No. 8, Cochabamba.

Gabelmann, Olga
2001    “Choroqollo – Producción de cerámica e intercambio de bienes durante el Período Formativo. Un ejemplo del valle Santivañez, Cochabamba”. Textos Antropológicos, Vol. 13: 197-229.

Mohr Chávez, K. L.,
1988    The Significance of Chiripa in Lake Titicaca Basin Developments. En: Expedition 30 (3): 17-26.

Moseley, M. E.,
1992    The Incas and their Ancestors. The Archaeology of Peru. London.

Rice, P. M.,
1987    Pottery Analysis. A Sourcebook. Chicago/London.

Walter, H.
1966    Beiträge zur Archäologie Boliviens. Die Grabungen des Museums für Völkerkunde Berlin im Jahre 1958. Archäologische Studien in den Kordilleren Boliviens II, Dietrich Reimer, Berlin.

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  1. Arqueóloga. Universidad Libre de Berlín-Alemania.