VI FESTIVAL

DIVERSIDAD SOCIOCULTURAL

POTOSÍ, LA PAZ, ORURO, SANTA CRUZ, TARIJA, COCHABAMBA, BENI

VI FESTIVAL

DIVERSIDAD SOCIOCULTURAL

POTOSÍ, LA PAZ, ORURO, SANTA CRUZ, TARIJA, COCHABAMBA, BENI

VI FESTIVAL

Del 5 al 7 de octubre del año 1984 se desarrolló el VI Festival Nacional Luz Mila Patiño, que juntó a representaciones socioculturales de 7 de los 9 departamentos; Potosí, La Paz, Oruro, Santa Cruz, Tarija, Cochabamba, Beni, dada la importancia del festival y el crecimiento que presentó con el paso de los años, esta edición fue la primera en ser transmitida en vivo por canal 7 de la televisión boliviana.

Los jardines y el teatro al aire libre del Centro Simón I. Patiño fueron el escenario de las presentaciones oficiales, realizándose demostraciones en la localidad de Cliza en el Valle alto de Cochabamba y en el teatro de la Coronilla en la zona sur de la ciudad.

Simultáneamente se realizó una exposición de instrumentos musicales indígenas, con vestimentas y objetos personales. No solo se exhibieron instrumentos actuales, sino también prehispánicos prestados por el museo Antropológico de la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba. En el marco del Festival, se organizó una feria de productos, bebidas y comidas regionales en los jardines del Centro Simón I. Patiño.

Para poder mostrar toda esta riqueza a los cientos de visitantes, la muestra fue trasladada primero al Parque de Exposiciones de Cochabamba durante la feria de la artesanía y el mueble, posteriormente, en la Casa de la Cultura de la ciudad de Santa Cruz durante el Festival del Sombrero de Saó, y finalmente, en el Espacio Simón I. Patiño de la ciudad de La Paz.

En el VI Festival participaron más de 300 músicos, danzantes y artesanos, uno de ellos fue la representación del Beni con la Danza de Herodes.

Las misiones Jesuíticas enseñaron a los pueblos de Moxos la escenificación de muchas ceremonias religiosas, entre estas se sobresale la Danza de Herodes, quien tenía interés en decapitar al Mesías que había nacido recién, y ante la imposibilidad de dar con él, mediante decreto dispuso que todos los niños menores de un año de edad sean decapitados, en el entendido de que tal disposición alcanzaría al Niño Jesús, ejecución que dejó a cargo de los soldados judíos. A estos personajes los indígenas los  denominaron “Los Herodes”.

El día de los “Santos Inocentes” que se celebra el 28 de diciembre, en gran parte de los pueblos del Beni recuerdan este acontecimiento con la ceremonia de “la Degollación”. El Rey Herodes lujosamente vestido junto a su séquito, encabeza el ceremonial, la nodriza lleva al hijo del Rey, éste es entregado por su madre para que sea el primero en ser sacrificado por su propio padre, para evitar protestas del pueblo contra el Rey y dar ejemplo a los padres para que entreguen a sus hijos, para ser degollados.

Cuando el Rey cree haber dado fin con los inocentes, abandona el escenario seguido de su corte, reanudando su marcha para la Plaza y retornar al recinto del Cabildo Indigenal.

La música de esta danza Los Herodes es de carácter solemne y enérgico.

La delegación de Potosí realizó una representación ritual de las festividades del Norte de Potosí. El instrumento principalmente utilizado fue el jula-jula que se asemeja a una zampoña gigante y tiene un sonido sombrío. Es un instrumento indispensable para la música utilizada en las festividades “postinas”. Debido a su característica monofonética, se requiere de varias personas con distintos tipos de Jula-Jula para realizar una interpretación de tonos altos y contra altos. La música del Jula-Jula acompaña rituales de desplazamientos, ceremonias y combates del tinku, una práctica característica del norte de Potosí en Bolivia.

Otro de los grupos participantes fueron los representantes de la comunidad de Pujyu de la provincia Poopó del departamento de Oruro interpretando lichiwayus.

Los lichiwayus son una Flauta de dos manos, muy similar a la quena. Tiene entre 4 y 7 orificios, una longitud de entre 30-60 cm y 5cm de diámetro. Al igual que en la Quena, el orificio de la parte superior tiene una muesca, con la cual, mediante la postura concreta del labio inferior, el músico hace sonar el lichiwayu.

El tamborero y muchas veces son niños, también los músicos lichiwayus utilizan lentes oscuros, que les da jerarquía.

Los lichiwayus en diferentes partes de Oruro y Cochabamba, se los interpreta con más fuerza en la fiesta de Santiago (25 de julio) en las poblaciones de Poopó y Tapakarí, justo antes de que comience el “mes de la Pachamama”, para influenciar en las nevadas, ya que, mientras éstas sean más tempranas, mejores serán los cultivos.

Existen diferentes teorías en torno al nombre de lichiwayu mientras algunos lo relacionan con “llevar leche”, otros consideran una conexión entre el pollerín blanco de los músicos-bailarines y la ropa de los sacristanes, otros, que los faldones representan a la nieve, y, los que más, que su nombre significa Flauta Lechera.